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    FICM 2019: 'Esto no es Berlín': Los detectives salvajes de Hari Sama

    Mientras el país disfrutaba el Mundial de México 86, hubo un movimiento underground que muy pocos se atrevieron a vivir. El director es uno de ellos.

    Tuve la fortuna de asistir al rodaje de Esto no es Berlín de Hari Sama (El sueño de Lu). La locación era la escuela que visitó el Papa en 1990 ubicada en Lomas Verdes, misma a la que yo entré al año siguiente (pueden leer aquí la visita al set). Eran las vacaciones de Semana Santa y por eso se podía filmar dentro de los salones de clases. Desde entonces Hari, con la confianza de saber que el trabajo iba bien, me decía que quería estrenar su cuarto largo de ficción en el Festival de Morelia. A mí me parecía una eternidad esperar 18 meses. “Podría haber estrenado antes –reflexiona el director un año y medio después del rodaje–. Parece que debía haber estrenado antes, pero la verdad me esperé porque era importante estrenar en Morelia. En cierto sentido es como lógico que así tenía que ocurrir”.

    En el FICM 2018, Berlín obtuvo el Premio Cinépolis Distribución en Impulso Morelia y ahora que está totalmente terminada, se le cumplió el deseo de competir en la presente Selección Oficial de Largometraje de Ficción Mexicano. “Siento que Andrea (Stavenhagen, directora de Formación e Industria del FICM) y Daniela (Michel, directora del FICM) son las madrinas de esta película. Se los dije porque además siento que la generación de Impulso de ese año está perrísima”. De hechos sí, La paloma y el loboSanctorum y el documental El guardián de la memoria cuajaron en ese lab y también están en competencia.

    Por contradictorio que parezca, Esto no es Berlín nació cuando a Sama le arrebataron un enorme proyecto. “Yo tuve los derechos de Los detectives salvajes algunos años y en algún momento los perdí de una manera poco violenta –la esencial novela de Robeto Bolaño, que narra las búsqueda de la trascendencia por parte de un intenso grupo de poetas, es hoy una de las más importantes de nuestro idioma–. Después me di cuenta que eso fue en verdad un regalo del universo porque yo tenía que hacer mis propios Detectives salvajes porque yo había vivido cosas muy insólitas. La verdad es que los 80 en la ciudad de México fueron muy particulares. Realmente como que no había necesidad de adaptar el trabajo de nadie sino verdaderamente aventurarme a escribir sobre mi propia experiencia. Además coincide con una época que fue muy paradójica porque por un lado lo que se ve es una explosión de creatividad sin freno y de revelaciones bien importantes, por otro, familiarmente fue un momento bien difícil para mi”. El tomar estas vivencias y hacerlas tridimensionales a través del cine tuvieron un efecto terapéutico y extraño a la vez. "Durante la filmación sucedieron cosas muy raras, de repente salía al exterior y sentía esta cosa de ¿por qué está toda esta gente aquí?", rememora cuando filmó en una locación bastante parecida a su antigua casa. 

    Así es como después de intensas sesiones donde se escarbó en lo profundo de los recuerdos, nació un guión coescrito por sus confidentes Rodrigo Ordoñez (Depositarios) y Max Zunino (Los bañistas). La columba vertebral la describe así: “Es una historia de amistad. Es una historia de la relación de dos amigos que están creciendo en Ciudad Satélite en el verano del 86 que por azares del destino se encuentran con un grupo de artistas LGBTTQ+ radicales en ese México de los 80 y eso les abre los ojos a un mundo de creatividad, también de excesos y los cambia para siempre…”

    Sus osados protagonistas Xabiani Ponce de León, José Antonio Toledano, Mauro Sánchez, Ximena Romo e incluso él, que aparece como el Tío Esteban (con todo y una envidable mata), tomaron varios cursos de arte contemporaneo, de la obra del alemán Joseph Boyce y de otros movimientos plásticos. La filmación se llevó a cabo en el Estado y en la Ciudad de México, en varios de los espacios donde realmente hay o hubo sitios underground. Incluso se reclutaron algunos extras en lugares como el Centro de Salud, un antro postpunk donde buscaron personas que dieran el estilo punketo ochentero. También las calles de Coyoacán y La Roma sirvieron como locación. De hecho de aquellos talleres salió la valiente escena del performace callejero en Av. Monterrey. Para ésta había un permiso para cerrar la calle aunque las autoridades realmente no sabían que habría gente desnuda: “Vale la pena platicar que aun quien estaba más nervioso, después de la primera pasada empezó a haber un empoderamiento muy bonito hasta decir ‘ya no quiero bata’ –para cubrir su cuerpo mientas se hacían los emplazamientos–. Eso es muy significativo en cuanto al tipo de arte que manifiesta la película”. 

    La cinta se estrenó mundialmente en Sundance. Después vino Miami, Málaga,Tribeca, Lima entre muchos otros... 10 meses ha viajado antes de llegar aquí. Aunque así hubiera parecido, ésta es la prueba de que no todo el país estaba totalmente hipnotizado por el enorme Mundial de futbol de 1986. A pesar de que se habla de un movimiento muy específico y casi oculto en México, ¿cómo han recibido el filme en otras latitudes? “Yo creo que la entienden rebien porque justamente mi forma de crecer fue una adolescencia muy anglo y alemana. Soy 100% mexicano pero tengo esas influencias y a veces es raro tener esas influencias en el cine mexicano. […] La peli tiene un soundtrack muy potente que me tiene muy endeudado, la neta lo admito –ríe–. Y lo seguiré pagando porque las ventas [del filme] no dan para pagar [los derechos], pero la gente oía este soundtrack y aún cuando no fueran hipercercanos de ese género como que les es muy natural esta música y esta vibra y este rollo entonces se enganchan muy rápido con la película". Ten Years After, Visage, Roxy Music, Meredith Monk están entre los músicos del lúcido soundtrack.

    Aquí una playlist:

    Es por este largo tour que Berlín llega como una de las cintas más esperadas de la selección y ahora toca probarse en México. “Tengo mucho interés de ver qué va a pasar aquí. Ésa es como mi enorme duda –reflexiona–. Tengo la esperanza que más allá de la estética de la película y de mis obsesiones con la época, con la música y con lo que buscábamos artísticamente hay una película de una amistad muy sensible, muy importante entre dos chavos que su amor va más allá del género y de la identidad sexual. Que tiene que ver con algo mucho más profundo. Creo que eso también es lo que sobrevive en la película".

    Por cierto, en una de esas felices casualidades que se dan entre amigos, esta cinta competirá en en la misma sección que Polvo, ópera prima de José María Yazpik (aquí pueden leer más de ella). Sin ton ni Sonia, primer película de Hari –a la que no le tiene tanto afecto, por cierto–, también fue el primer protagónico de Yazpik. Hari sonríe y profundiza al hacerle ver esta coincidencia: “Poderte salir de la zona de confort a esta edad y decir de repente soy otra cosa y romper con eso me parece que tiene un valor muy especial y que de alguna manera es eso lo que está haciendo Chema, se está colocando en otro lugar. Me parece muy valioso y muy significativo a nivel humano”. Ambas cintas se exhiben el primer fin de semana con sólo un día de diferencia. 

    Esto no es Berlín ya tiene estreno comercial por parte de Cinépolis Distribución. Tentativamente abre el 13 de diciembre de este año, pero su eco deberá de oírse por mucho tiempo más. 

     

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