¡ALERTA, SPOILERS A CONTINUACIÓN!
Después de ver Joker hemos quedado sorprendidos por la forma en que Joaquin Phoenix interpretó al villano y la dirección de Todd Phillips (¿Qué pasó ayer?) para darle forma a la historia de origen de uno de los personajes más famosos en los cómics. Sin duda, uno de los momentos más impactantes fue el final de la cinta, en el que Arthur Fleck, tras participar en el programa de Murray Franklin (Robert De Niro), decide matar en vivo al presentador, trayendo como consecuencia su arresto.
No obstante, hay un caos en Ciudad Gótica iniciado con los asesinatos de tres empleados de Thomas Wayne (Brett Cullen) en el metro (obra de Arthur), lo que crea un revuelo social de pobres contra ricos. Cuando Fleck es llevado en una patrulla a la comisaria más cercana, repentinamente una ambulancia choca contra el vehículo, provocando que Joker se desmaye, sin embargo, para ese entonces ya es el líder del movimiento social y por ende lo sacan de la patrulla por la ventanilla, lo acuestan en el cofre y él se incorpora para disfrutar de lo que ha hecho, dibujándose una sonrisa con su propia sangre.
¿Esto fue parte de su imaginación o en realidad sucedió?
Ya que algunas de las cosas que sucedieron en la cinta fueron resultado de la imaginación del villano, como la ficticia relación con Sophia (Zazie Beetz) o su participación como parte del público en un programa de Murray, se abre la posibilidad de que la revuelta social en realidad reside en la mente del personaje y que todo el tiempo estuvo recluido en el Asilo de Arkham, a final de cuentas, la trabajadora social que veía al comienzo de la película le hizo recordar su hospitalización del pasado, por lo que no habría sido la primera vez que Fleck cae en un estado mental grave y tal vez no ha salido desde entonces.
Lo que sí es completamente real son las huellas de sangre que va dejando Arthur tras salir de la habitación blanca en la escena final, mismas que sugieren mató a la trabajadora social y que ha abrazado en su totalidad su carácter cómico y violento, despegándose de la línea que separa el bien contra el mal y disfrutando hasta de las peores circunstancias a las que se ve sometido. Lo vemos perseguido en el asilo como un guiño hacia las películas de comedia de antaño.
No podemos dejar fuera que Arthur se está riendo de un chiste que recién recordó y que la trabajadora social no entendería según sus palabras, por lo que probablemente en ese momento estuviera terminando de imaginar lo que vimos en el resto de la película, culminando con la muerte de los Wayne, dejando huérfano a Bruce y a la postre creando a Batman. Así que también existe la posibilidad de que los hechos de la trama sean el plan gestado en la mente de Fleck y que después de salir del asilo esté dispuesto a cumplir.
Así que el final dota de misterio a la cinta y abre varias posibilidades de interpretación para lo que vimos en pantalla, pero una cosa sí queda completamente clara: Joker ha nacido independientemente de la perspectiva que se le dé a la historia. La locura del personaje se detonó y Ciudad Gótica arde por ello.