Desde hace varios años el Festival Internacional de Cine de Toronto se ha convertido en la plataforma en la que se presentan muchas de las películas que terminan siendo las protagonistas de la temporada de premios, como Roma, Green Book: Una amistad sin fronteras, La forma del agua y Nace una estrella, entre muchas otras. En esta edición y tras haber ganado el León de Oro en el Festival de Venecia, Guasón llegó con todo para encantar a la crítica y a la audiencia del continente americano, lo que hace que cada vez aumente más su probabilidad de ganar uno o varios Oscar.
También aparecieron otras películas que empiezan a sonar fuerte, sorpresivamente una es Estafadoras de Wall Street y en particular su protagonista, Jennifer López; otra es Jojo Rabbit de Taika Waititi que, aunque tiene críticas mezcladas, ya nos dijo Miguel Martínez, nuestro enviado al TIFF, que nos va a encantar. Pero quizá la que más revuelo ha armado es La lavandería de Steven Soderbergh, que tiene un elenco espectacular encabezado por Meryl Streep, Gary Oldman y Antonio Banderas.
Así, con un festival lleno de estrellas y las mejores cintas, el TIFF decidió celebrar por primera vez una gala de premiación que empezó por reconocer a Joaquin Phoenix como Mejor actor y a Meryl Streep como Mejor actriz. El premio le fue entregado por Banderas y Oldman, quienes hicieron el favor de recordarnos que la actriz sigue teniendo el récord como la más nominada en la historia. Streep aprovechó la ocasión para dar un emotivo discurso en el que señaló la importancia de hacer el bien y no hacer daño en estos tiempos complicados y alabó al TIFF por “ser un escalón para hacer un cambio verdadero y lograr la inclusión de más mujeres directoras y sus historias.”
Willem Dafoe fue el encargado de presentar el premio a Joaquin Phoenix, pero el actor lo interrumpió a medio discurso para iniciar el suyo. Phoenix relató cómo inició la actuación desde los ocho años y después se puso nostálgico agradeciendo a todos los que lo han apoyado en su carrera y en particular recordando a su hermano River, quien murió de una sobredosis en 1993 sobre la banqueta del Viper Room, un bar que en ese momento era propiedad de Johnny Depp. Joaquin recordó que River lo puso a ver Toro salvaje durante dos días cuando tenía 15 o 16 años:
'Vas a volver a actuar, eso es lo que vas a hacer' -me dijo; estoy en deuda con él.
Llegó después Yalitza Aparicio quien entregó a Participant Media (coproductora de Roma) el Impact Award por su “arte, activismo y creatividad.” Alfonso Cuarón no estuvo presente, pero envió un video en el que dijo: “Es muy importante que el impacto social de una película perdure más allá de su ciclo normal de vida.” El premio fue recibido por el CEO de Participant, David Linde, quien sólo señaló: “Todos podemos ser ‘participantes’.”
Guillermo del Toro entregó el Premio Roger Ebert a la Mejor Dirección a Taika Waititi y al hacerlo hizo uno de sus geniales comentarios:
Los cineastas y los tigres son mejores cuando no han sido domesticados. Ser Taika no es fácil… Taika va por lo que quiere e innova… debería permanecer en estado salvaje. Debe ser libre por siempre.
Waititi respondió en su agradecimiento recordando que nació en un poblado con menos de 100 habitantes en Nueva Zelanda y que el cine no era una opción como carrera. De hecho, el director comenzó a hacer películas cuando ya había pasado los 30.
El gran cinefotógrafo Roger Deakins, quien tras 14 nominaciones apenas recibió su primer Oscar por Blade Runner 2049, fue reconocido con el Variety Artisan Award por su participación en El jilguero, una de las cintas más esperadas del año. Deakins mencionó a todos sus ayudantes y dijo que su crew debería estar ahí para recibir el premio:
Esto es también para ellos.
De esta forma el TIFF también premió a varios de los asistentes al evento, y quizá, en un futuro no tan lejano, la ceremonia se vuelva uno de los puntos focales del Festival, aunque, por ahora, la atención esté centrada en los títulos de estreno.