La época de los Festivales de Cine acaba de llegar. Si bien el de Cannes es el preámbulo de todas las promesas cinematográficas, el de Venecia es el que abre plaza para los filmes que están por venir, aparte de ser uno de los más prestigiosos de la industria. También resulta ser -indirecta o directamente- el que prende la mecha de la carrera hacia la temporada de premios y específicamente en la mira al Oscar.
La también conocida como Viennale inicia su segunda semana, pero los estrenos fuertes ya sucedieron en los primeros días y lo que viene son filmes mucho más pequeños, conferencias y varias actividades que engalanan. Rememoremos dos de los acontecimientos que más llamaron la atención: el primero fue que por fin La Mostra de Venecia consagró con el León de Oro la carrera al cineasta manchego, Pedro Almodóvar, quien se mostró conmovido y declaró: “¡30 años después me están dando el León de Oro por una película de 1988. ¡Es un acto de justicia poética!”
Almodóvar hablaba de su laureado filme Mujeres al borde de un ataque de nervios, el cual formó parte de la competencia ese año y hasta el presidente del jurado de entonces, el cineasta italiano Sergio Leone, había quedado enamorado del filme y posteriormente fue fiel seguidor de la carrera del español.
El segundo evento fue la presentación en una sección paralela al festival del nuevo filme del cineasta Nate Parker: American Skin, quien hace tiempo se vio envuelto en un escándalo en el que fue acusado por violación y curiosamente estrenaba su película Birth of a Nation, la cual pasó al olvido debido a estos eventos. Parker pidió disculpas acompañado de Spike Lee y confesó la frustración y el enojo que sintió en aquel momento. Algo similar pasó con Roman Polanski y su nueva película, que también despertó polémica entre el jurado.
Hablando solamente de películas, la que abrió fue el esperado filme de Hirokazu Koreeda (Shoplifters) titulada The Truth, protagonizada por Ethan Hawke, Catherine Deneuve y Juliette Binoche. El director ahora navega por el género de la comedia, explorando como ya es costumbre en su filmografía asuntos de familia, con tantas lecturas que resultó ser una grata experiencia para los asistentes. La crítica la recibió con buenos comentarios, pero quizá nada extraordinarios.
Quizá se estaban preparando para dos filmes que enamoraron a todos bestialmente: primero Marriage Story, lo nuevo de Noah Baumbach, protagonizado por Scarlett Johansson, Adam Driver y Laura Dern, los tres alabados por sus brutales actuaciones y asegurando que escucharemos mucho acerca de este largometraje en los próximos meses el cual, por cierto, es producido por Netflix.
El segundo filme que también fue bien recibido es Ad Astra de James Gray, teniendo a Brad Pitt como protagonista de una odisea espacial e introspectiva. Señalan al trabajo del actor como uno de los más potentes del año y una dura competidora en los aspectos técnicos.
Ya con este buen sabor de boca la anticipación por una de las películas más esperado del año llegó a Venecia con Guasón de Todd Phillips, la cual dejó a todos mudos con el retrato del mítico payaso de Ciudad Gótica con un sublime Joaquin Phoenix, quien ya se perfila como favorito para el Oscar. Tanto fue el impacto, que al finalizar la proyección la cinta recibió una ovación de pie de ocho minutos.
Entre el descontento y un tibio recibimiento, Wasp Network de Olivier Assayas llegó al festival de la mano de una soberbia Penélope Cruz y Édgar Ramírez. La cinta de espionaje no enamoró a los asistentes, pero resaltó el trabajo de la actriz, que no es nuevo. Remontándonos a otra época, Netflix estrenó su anticipado filme The King, protagonizado por TImothée Chalamet y Robert Pattinson. Se trata de una historia de época que remarcó la excelsa actuación de Chalamet, pero siguen sin decidirse si realmente gustó o no.
Entre el anhelo y el júbilo se estrenó Madre de Rodrigo Sorogoyen, basado en su cortometraje nominado en la pasada entrega del Oscar. Ahora el misterio se revelaría gracias a una estupenda Marta Nieto. La película dividió opiniones en los asistentes. Otro proyecto de sumo misterio y de habla hispana llamado Ema del chileno Pablo Larraín, sorprendió a más de uno con el inusual discurso del cineasta. Algunos lo catalogaron como un experimento rarísimo de danza y relaciones humanas que difícilmente encontrará su mercado.
Estos mismos sinsabores se repitieron con La lavandería, el último filme de Steven Soderbergh, protagonizado por Meryl Streep, Antonio Banderas y Gary Oldman, muy al estilo de The Big Short. La película no enamoró a la crítica y fue olvidada a las 24 horas. Lo que llamó la atención fue la declaración de Streep respecto a que su siguiente filme es también con Soderbergh y fue rodado en 17 días. Vaya proeza. Siguiente parada: el Festival Internacional de Cine de Toronto.