Estrenada en Broadway en 1975, Chicago de Bob Fosse, fue una crítica mordaz a la doble moral de la sociedad estadounidense, a la industria del entretenimiento y al sistema judicial. Un aspirante a estrella de vodevil termina por ser una peligrosa criminal que empieza a robarle la popularidad a una famosa celebridad, quien se encuentra en la cárcel por haber cometido un asesinato. Cual premisa de película policiaca, se convirtió en un clásico del teatro en todo el mundo, montándose en un sinfín de países.
En 2002 se lleva a la pantalla grande de la mano de Rob Marshall y protagonizada por un trio de estupendos intérpretes como Catherine Zeta-Jones, Renée Zelwegger y Richard Gere. Aprovechando el éxito de Moulin Rouge, la película tuvo un buen desempeño en taquilla y provocó que el género de los musicales volviera a tomar fuerza después de muchos años de estar enterrado. Algunos creen que su recibimiento fue exagerado, pero la perfección del montaje de Marshall le ha generado trabajo hasta el momento.