Este fin de semana estrenó en Netflix el cortometraje Anima, dirigido por Paul Thomas Anderson y homónimo del nuevo álbum del inglés Thom Yorke, vocalista y compositor de la mítica banda Radiohead y que por ende sirve de promoción al disco, ya que tres de las canciones incluidas en el álbum musicalizan la producción de 15 minutos de duración.
Thom Yorke ha interpretado en vivo los temas de Anima, pero ahora lo estrena con bombo y platillo mediante uno de los directores más prolíficos y emblemáticos de la cinematografía y a través de una de las plataformas de contenidos mejor posicionadas en el mundo. No podía quedarse atrás en el material de su tercer disco como solitario; su campaña promocional -aparte del corto- ha sido impresionante y pocas veces vista en la industria.
Una de las activaciones, por llamarlas así, se trató de poner carteles publicitarios en Londres anunciando servicios de Anima Technologies, una empresa cuya misión era dedicarse a la recuperación de sueños olvidados. El anuncio incluía teléfono y si cualquier mortal marcaba, una grabadora contestaba mencionando que la empresa se encontraba fuera de circulación. Sus fans se han vuelto locos con esto, pero la crítica particularmente no ha sido devota del álbum del autor.
Por otro lado, Paul Thomas Anderson es conocido por haber dirigido varios de los filmes más importantes de los últimos 20 años, como Petróleo sangriento, Magnolia, The Master y El hilo fantasma, pero su carrera la ha combinado con la dirección de videos musicales a artistas de la talla de Fiona Apple, Jon Brion, Joanna Newsrom y por supuesto de Radiohead. Es evidente la relación que existe entre la banda y Anderson; videos como Daydreaming, Present Tense, Jonny o The Numbers han confirmado la pasión que tiene el director por la música y el balance que logra entre lo sonoro y las imágenes, logrando verdaderas piezas únicas.
Anima es silente, es decir, no tiene ningún diálogo y Yorke es el protagonista que viaja por una ciudad desconocida -o quizá se encuentre soñando- buscando algo o a alguien mientras los temas Traffic, Not the News y Dawn Chorus suenan de fondo, justo como Barry Egan (Adam Sandler) lo hacía en aquel clásico de Anderson llamado Embriagado de amor. De hecho, el corto tiene cuadros, pasajes y colores estridentes que recuerdan al filme instantáneamente y pudiera considerase un homenaje al mismo, ya que el vacío, la insatisfacción y la soledad abundan en ambos, aparte de su evidente y melancólica historia de amor.
Fue filmada entre el 11 y 19 de mayo en Francia y Praga, teniendo como director de fotografía al iraní Darius Khondji, quien ha trabajado con David Fincher, Woody Allen y James Gray. El corto ha tenido proyecciones previas a su estreno en streaming y han sido en IMAX en algunos sitios específicos de Londres y de Estados Unidos, donde tanto la imagen y el sonido han sido una delicia para cualquier amante de la banda y del director.
Emotivo, vibrante, bizarro, explosivo e inestable; son unos de los tantos distintivos que tiene el cortometraje. Una belleza de pies a cabeza que introduce hacia los sueños que puede tener cualquier solitario o romántico en un tranvía, además de la búsqueda incesante de algo que quizá jamás llegará. En Spotify ya pueden escuchar el Álbum de Anima y el corto se encuentra disponible en Netflix.