Tú, yo, viendo un maratón en Netflix, ¿qué dices?… con el simple hecho de hablar del gigante del streaming (distinción que ha mantenido al paso de los años) nos viene a la mente una ola de títulos de películas y series, pero esto no es todo, cambió la manera de ver cualquier producción, la inmediatez y comodidad desde la sala de tu casa o camino a la escuela; ha marcado una época, creó un punto de referencia en la cultura pop y más… así de importante.
Todo tiene un inicio, claro está, y Netflix no es la excepción; inclusive vale la pena recordar su primer logotipo en tonos morados con negro y una tipografía tan básica que hoy podría replicarse en dos minutos -tal vez menos- pero esto marcó su inicio y la empresa lo utilizó de 1997 al 2000. Y cómo olvidar la famosa anécdota de Reed Hastings, fundador de la plataforma, quien después de pagar una multa por entregar tarde el VHS de Apolo 13 a su video club pensó en una mejor manera de tratar al cliente y claro, hacer más rentable el negocio del cine.
Y ya que estamos melancólicos con el paso del tiempo y cómo Netflix nos fue sorprendiendo poco a poco, es crucial recordar sus primeras producciones originales: Beasts of No Nation (2015), escrita y dirigida por Cary Joji Fukunaga (quien actualmente está rodando Bond 25) tiene el título de la primera película; pero si lo tuyo son las series, seguramente recordarás este gran monstruo: House of Cards, la cual estuvo disponible desde el 1 de febrero de 2013 y sin duda cambió todo a su paso. Pero cinco meses después llegó algo llamado Orange is the New Black, imposible olvidar su inicio; bueno, este par de series tuvieron tanto éxito en sus lanzamientos que inclusive se crearon duras discusiones para decidir cuál era la mejor; había bandos. Sin duda un fenómeno.
Hablando de cambios, sus logos también sufrieron los estragos. A partir del 2000 comenzó una renovación constante; desde el ahora clásico fondo rojo con letras blancas con una marcada sombra negra, hasta la implementación y atrevimiento de mostrar únicamente la famosa letra “N”. Cabe destacar que el logo actual fue lanzado en 2016 y pareciera tener una textura similar a la de un listón rojizo que forma la famosa letra solitaria.
Llegando a la época actual, Netflix nos ha mostrado su valía en la experiencia que conlleva ver una película o una serie, estos ejemplos lo dejarán más claro: Bird Box, protagonizada por la ganadora del Oscar, Sandra Bullock, fue vista por más de 45 millones de cuentas en tan sólo sus primeros siete días; otro caso es You, la historia creepy de un stalker liderada por Penn Badgley; esta producción fue seguida por 40 millones de cuentas en sus primeras cuatro semanas. Esto sin dejar de mencionar Stranger Things, un fénomeno total. Sin duda el mundo se adaptó al gigante del streaming, ¿cuántos pueden presumir de hacer esto?
Y hay que hacer mención especial a Bright (2017), dirigida por David Ayer; una de sus películas originales que sin duda gozó uno de los más grandes éxitos que ha tenido Netflix como creador. Esta cinta fue protagonizada por el carismático y dos veces nominado al Oscar, Will Smith y por Joel Edgerton, quienes presentan una historia que mezcla fantasía con nuestra sociedad moderna. Ubicada en la ciudad de Los Ángeles, humanos, orcos, elfos y demás criaturas intentan convivir mientras una ola de atroces crímenes se llevan a cabo en las salvajes calles. Mucha atención: el éxito de la película aseguró la segunda entrega que traerá a Ayer, Smith y Edgerton de regreso.
Hemos hablado de un largo listado de producciones originales con millones y millones de espectadores por todo el mundo, lo que demuestra una sola cosa: Netflix sabe crear historias, pero esto no siempre fue así -al menos no como es hoy día, también formó alianzas en un principio con otras cadenas y emisoras internacionales. Un gran ejemplo de ello fue la serie Lilyhammer (2012), la cual desarrolló en asociación con la corporación de comunicaciones NRK de Noruega. Años después mantuvo la estrategia y creó contenido con Canadá, Japón, Australia, Reino Unido y por supuesto México. Esto sólo realza el logro y atrevimiento de Netflix para fijarse con mayor compromiso el objetivo de crear más contenido original y volverlo su producto principal.
El tema Netflix podría seguir y seguir, pero es importante tener todo esto en mente. No precisamente las cifras o los títulos de sus producciones, pero sí el efecto que ha logrado en la cultura pop de todo el mundo. Por ello la eterna discusión sobre ver una película en el cine o en un smartphone ha cobrado aún más relevancia los últimos años; inclusive los Oscar o el Festival de Cannes se han visto inmersos en esta dura reflexión, ¿tú qué prefieres: comprar una entrada al cine, formarte en la dulcería y ver la majestuosidad de la pantalla grande o… te gusta disfrutar de una buena historia desde tu habitación, acurrucado en pareja, una manta y café haciendo coro a una tranquila noche en casa?