El broche de oro (en aquel momento) para la franquicia de Toy Story con la tercera parte venía engalanado de un cortometraje que por su título sonaba muy simple, pero el mensaje final hizo que más de uno terminara sollozando. Se distinguió por la combinación del 2D y 3D, así como el que el exitoso Michael Giacchino estuviera detrás de la música. La narrativa era conmovedora, ingeniosa y muy divertida. La búsqueda de la empatía en el otro y poder llegar a converger por más diferentes que somos es de lo que trata. Qué belleza.
¿Ya viste todos?