Comenzaré confesando que soy fan de Adam Sandler. Mi fanatismo por el actor me ha llevado a un sin número de debates contra personas que opinan que el comediante no es tan buen actor como yo creo. Y es que tengo un gran argumento a mi favor: si Paul Thomas Anderson lo pensó, las demás opiniones no cuentan. Si no has visto Embriagado de amor no puedes continuar con el debate.
Por supuesto tengo que aceptar que no ha tenido una carrera impecable. Hay una que otra de sus películas que no ha sido de mi agrado, pero en general ha cumplido en hacerme pasar un gran rato e inclusive su actuación en Los Meyerowitz: La familia no se elige, dirigida por Noah Baumbach, me hizo llorar y tuvo que ser nominado a un Oscar.
Pero bueno, no estoy aquí para defender la carrera de este gran actor, ya trataré de convencerte en otra ocasión, sino quiero contarte que tuve la oportunidad de conocerlo y platicar con él unos cuantos minutos por su visita a nuestro país para promocionar, junto al mexicano Luis Gerardo Méndez, su nueva película Misterio a Bordo, que puedes disfrutar en Netflix.
Me sentí muy emocionado cuando me dijeron que había sido elegido para poder entrevistarlo ya que había muchas cosas que quería preguntarle desde hace muchos años. Pasé la sala, lo saludé y tomé asiento. Todo comenzó de maravilla, pero mi nerviosismo, junto con la terrible tos que traía, se combinaron para hacerme olvidar por completo todo lo que tenía preparado, por lo que tuve que improvisar y sacar cuestionamientos de la nada.
El carisma y química entre ambos actores hizo que este olvido pasara desapercibido y que todo terminara en una buena entrevista en la que Luis Gerardo nos contó sus aventuras en set y cómo estuvo a punto de ser despedido. Checa la entrevista a continuación.