Un conductor de un servicio tipo Uber, interpretado por el genial Andrew Scott (Moriarty en Sherlock y el Padre en Fleabag), secuestra al empleado de una empresa de redes sociales y para liberarlo pide a cambio hablar directamente con el dueño de la compañía.
ACIERTOS
No sólo la actuación de Scott es soberbia, además, Smithereens es el primer episodio de Black Mirror que no ocurre en un futuro próximo, sino que se desarrolla en el presente. Si bien esta es la mayor queja que tienen los espectadores y la crítica, a nosotros nos pareció una forma muy interesante que Brooks eligió para mostrarnos que ya vivimos en ese mundo controlado por bits, del que no hay manera de escapar ni cuando estás cometiendo un delito.
DESACIERTOS
Aunque el episodio logra construir momentos de mucha ansiedad, también sufre de una trama lineal y un solo arco narrativo, que casi no aprovecha -por ejemplo- la circunstancia del dueño de la plataforma social, Billy Bauer (Topher Grace). Contar con pocos escenarios y giros hizo que el episodio se sintiera plano, cuando en realidad hay mucha acción entre líneas.