Al fin se presentó Young Ahmed de Jean-Pierre y Luc Dardenne en el Festival de Cannes, una de las cintas más esperadas de la competencia. Los directores belgas, de los pocos que han ganado dos veces la Palma de Oro, han regresado con una cinta que trata el espinozo tema del adoctrinamiento islámico en Europa. Ésta desarrolla la vida de Ahmed, un adolescente estudioso del Corán que ha interpretado las ideas radicales de su imam al pie de la letra, convirtiéndose en un peligro para su comunidad
SensaCine México tuvo la oportundidad de platicar con los realizadores. La cita fue en un edificio en el centro de Cannes lejos del bullicio del festival. Algunos afirman que ésta es la cinta más obscura de su fimografía, ellos son lo opuesto. Saludan de mano con coordialidad y muestran auténtica curiosidad por las preguntas relacionadas con su película, dándose tiempo para responder con lucidez. (¡Qué coraje no saber francés! Cuánto se debió perder en la traducción de su interprete).
Quizá es cierto lo que dicen, aquello de que los hermanos que dirigen juntos tienen un lenguaje secreto que nadie más comprende. Al verlos en acción están perfectamente coordinados para responder, no se interrumpen ni uno le pasa la pregunta al otro. De hecho funcionan como si cada uno representara un hemisferio diferente en un sólo cerebro. Incluso el joven protagonista de la película, Idir Ben Addi, los describió como “uno es el que piensa y el otro el que ejecuta”. ¡Sólo que no dijo cuál es cuál!
UN RETRATO DEL FANÁTISMO ADOLESCENTE
¿Cómo se prepara una película de este tipo, con un tema tan sensible como el fanatismo islámico?
JPD: Cuando haciámos la investigación para escribir nuestro guión nos acercamos a algunas personas en el sistema judicial. También a personas que habían tenido familiares que tuvieron problemas con la ley y con hijos que se volvieron radicales, fanáticos. También jueces y educadores. Psicólogos, psiquiatras y con cualquiera que hubiera estado en contacto con jóvenes que se volvieron radicales. Además, en el set teníamos un profesor de islam retirado que jugo un rol muy importante para nosotros, sobre todo para que respetáramos lo más posible todos los rituales. También para que se entendiera mejor el error de que un niño, algo inexperto, interpretara textualmente el ejemplo de pureza impuesto por su imam.
Pero que esa persona sea casi un niño lo debió hacer más delicado…
LD: Sí claro, decidimos que nuestro personaje principal tenía que ser un niño convirtiéndose en adolescente por su relación ambivalente con la vida y la muerte. Esto permite que hombres y mujeres tengan una doble aproximación a él: Por un lado ves a un fanático religioso, pero por otro te preguntas cómo es posible que alguien tan pequeño pueda estar tan obsesionado con estos temas si aún necesita a su madre, aún no ha crecido del todo.
JPD: Además ayuda a mostrarlo como parte de un plan que hubiera sido imaginado por alguien que está por arriba de él. Un chico de 13 años sosteniendo un cuchillo ¡cómo puede ocurrir eso!
Pareciera haber una relación entre el extremismo y la frustración sexual…
JPD: De hecho sí juega una rol. Es verdad que este joven está completamente cerrado a otras ideas. Cuando eres un fanático no quieres que la generosidad de la gente entre a tu mente. Él quiere matar a esas personas para poder salvarlos, todo se vale con tal de llegar a esa meta. Pero también queríamos que él pasara por el llamado erótico, que de hecho es la vida tratando de llamarlo de regreso. Porque, ¿cómo se llega al extremo como sucede con Ahmed? Platicamos con una psiquiatra que ha trabajado con estos jóvenes y dice que generalmente cuando se vuelven tan radicales también tratan de radicalizar a la novia o a la madre. Nosotros no queríamos jugar tanto con ese aspecto, sólo queríamos mostrar que él aún estaba vivo, aún sentía la vida. El llamado que él tiene, sin embargo, está completamente gobernado por la imagen de su primo mártir y por lo que dicta el imam. La vida llama y el responde, incluso de repente sonríe, quiere estar con la muchacha que conoció en el campo pero le es imposible.
LD: También trabajamos en lo físico para permitirle al público acercarse lo más posible a nuestro joven. Ahmed tiene que usar su cuerpo, trabajar con el hecho que sólo puede tocar algunos objetos o a algunos seres humanos. Él ve una frontera entre lo que es puro y lo que es impuro así es que tratamos de traducir su cerrazon espiritual y mental, la caja a la que ha decidido meterse de una manera física. Pero con esto no queremos juzgarlo de ninguna manera, queremos amarlo por su inhabilidad para disfrutar la vida. Porque está muy angustiado, pero, por supuesto, no se da cuenta de eso. Él cree que será puro e ira al paraíso pero en el fondo es sumamente infeliz. Nos dimos cuenta que nosotros teníamos que amar a este niño para que también el público deseara que se librara del destino letal que ha escogido.
LOS RECIENTES ATENTADOS EN NOMBRE DE DIOS
¿En dónde encontraron el límite entre el extremismo y la práctica religiosa?
LD: Aquí estamos hablando de un fanático. No estamos hablando de alguien que sólo tiene convicciones religiosas. Puedes tener cualquier religión y estar abierto al mundo y a las visiones de todos los demás. Él está totalmente convencido, como los fanáticos, que incluso el matar es bueno y que él es la encarnación de lo que es bueno. Él quiere hacerle bien al mundo a través de algo que es totalmente inalcanzable, pero ésa es su lógica letal. Y es que su modelo a seguir son personas muertas, como el primo mártir. Entonces nos preguntamos, ¿cómo hacemos que cambie? Porque el fanatismo es algo que realmente puede ser algo que se integre a tu sistema, algo que te posee completamente. ¿Hay alguna oportunidad para que pueda salir de eso? [SPOILER] Es cierto, su primo le dijo que no se preocupe por la muerte, que es como una picadura de mosquito, pero cuando está a punto de morir, no llama a Alá, llama a su madre...
El mundo está padeciendo cada vez más atentados apoyados en ideas radicales, ¿por qué creen que es tan importante tocar el tema del fanatismo religioso?
LD: Creo que parte de la respuesta está en tu pregunta: ¿cómo puedes ignorar lo que está pasando? Hay que lidiar con ello, abordar el tema. Especialmente por esa clase de matanzas, de masacres, que han ocurrido en varios países del mundo y que incluso sucedieron cerca de nosotros, en Bélgica en Francia. Esos hombres suicidas eran belgas y franceses en sus veintes que decidieron abrazar la jihad.
JPD: No se habla de eso tan seguido y nuestro cine intenta echar luz a lo que vemos alrededor. Creemos que no debemos voltear la cara ante este problema, tratamos de entrar en el debate. Desde que empezamos a trabajar en el proyecto nos dimos cuenta de que nuestra historia debía comenzar con un joven que ya está radicalizado, ya es un fanático. Nuestro acercamiento no es cómo llegó a eso sino cómo se puede salir de eso. La fascinación que esto le provoca y si es posible que un joven se pueda liberar sólo de esto. El otro pilar, la otra piedra angular, era tomar la radicalización del islam muy seriamente. Tampoco queríamos que se hablara de su contexto social o económico que de alguna manera puede alentar estas decisiones.
Pero incluso ustedes crecieron dentro de una fuerte presencia de la religión, ¿cuál creen que es la diferencia con el actual contexto global?
LD: Si estás interesado en mi vida, debo decirte que no es muy interesante. Pero parte de nuestra generación sí creció en una familia cristiana católica y así fuimos educados.
JPD: Podemos darte nuestra opinión pero realmente no importa porque las religiones estuvieron aquí antes de que nosotros estuviéramos y lo estarán después de que estemos en este planeta. Lo que puedo decir es que en los países de Europa occidental y muchos otros países, logramos vivir de maneras pacífica aunque tuviéramos diferentes religiones. Encontramos una forma de vivir juntos en paz, eso es algo extraordinario que debemos de mantener lo más posible. De lo demás, la religión que profesemos es parte de nuestra intimidad y vida privada. Pero es cierto que hace 20 años, en los países democráticos liberales, no se le preguntaba a nadie cuál era su religión. Ésa es una cuestión que lamentablemente está apareciendo de nuevo...
Young Ahmed será distribuida por Nueva Era Films en México bajo el nombre de El joven Ahmed. La fecha aún no está confirmada.
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ACTUALIZACIÓN: Jean-Pierre y Luc Dardenne ganaron el premio a Mejor director en el Festival de Cannes 2019