Pasada la emoción generada por el estreno del cuarto episodio de la octava temporada de 'Game of Thrones', The Last of the Starks, fue un drama de proporciones épicas que nos mostró desde los funerales multitudinarios de los caídos en la Batalla de Winterfell hasta la primera vez de Brienne (Gwendoline Christie) en brazos de Jaime (Nikolaj Coster-Waldau), entre otras cosas, como el par de duros golpes que recibió Daenerys (Emilia Clarke) con la muerte de Rhaegal y la ejecución de Missandei (Nathalie Emmanuel) ordenada por Cersei (Lena Headey) y llevada a cabo por la infame Montaña.
A pesar de ser un episodio lleno de grandes frases, díalogos intensos, decisiones importantes y la posible transformación de la Madre de dragones y rompe cadenas en la Mad Queen, lo que se ha vuelto viral esta mañana es un screen shot que revela que alguien, muy posiblemente Emilia Clarke, dejó sin querer un vaso de Starbucks sobre la mesa principal del banquete en el que todos los sobrevivientes de The Long Night celebraban el triunfo sobre el Night King y sus White Walkers.
Hay quien ha tratado de disculpar a la producción diciendo que podría ser un product placement, es decir, un elemento de alguna marca que aparece 'casualmente' en una escena y que sirve para promocionar un producto. Pero francamente lo dudamos porque ni al caso. Este es uno de esos errores que son comunes en series y películas y que casi siempre suceden dentro de grandes escenas en los que hay tantos elementos y gente a controlar, que es difícil darse cuenta de cuando algo está fuera de lugar. De hecho, el vaso no se ve sobre la mesa en escenas previas, solo se vislumbra durante el momento en que Jon Snow (Kit Harington) y Tormund Giantsbane (Kristofer Hivju) brindan poco después de que Daenerys convierte a Gendry (Joe Dempsie) en Lord de Storms End, así que felicitamos al que revivió el episodio cuadro por cuadro y escudriñó con lupa entre la osucridad para encontrar algún error y de paso, a Starbucks, por la promoción gratis que recibió esta mañana.