Aunque oscuro y con una edición que no fue la mejor, The Long Night, el episodio sobre la batalla de Winterfell, casi nos mata de la emoción y volvió a mostrarnos una de nuestras cosas favoritas de 'Game of Thrones': personajes que son de la vida real. No hay buenos, buenos, ni malos, malos: es gente que toma decisiones, casi siempre influenciados por algún trauma o situación pasada sin resolver, que muchas veces se equivoca, como cualquier ser humano común y silvestre, que de repente se encuentra en una situación extraordinaria. Por lo tanto, uno de los mejores aspectos de 'Game of Thrones' es que los personajes evolucionan, así que el malo de ayer puede ser el héroe de hoy y viceversa.
Uno de los mejores ejemplos de esto es Melissandre (Carice Van Houten) a quien conocimos primero como una extraña hechicera / sacerdotisa del Señor de la Luz que estaba tan obsesionada con poner a Stannis Baratheon en el Trono de hierro, que llegó convencerlo de quemar viva a su hija para conseguirlo. Pero antes de eso, en la sexta temporada, también la vimos 'parir' a un extraño ente de plasma negro que se encargó de eliminar a Renly ante los horrorizados ojos de Brienne (Gwendoline Christie), y convertirse en una anciana de varios siglos de edad al despojarse de su collar. Ayer la vimos hacer lo mismo, sólo que esta vez aceptó la muerte y al final del episodio de The Long Night, se desplomó en la nieve convertida en una anciana.
Desde la séptima temporada sabíamos que Melissandre sería una pieza clave y una de las primeras en morir porque ella misma así se lo reveló a Varys (Conleth Hill). Con todo, fue una sorpresa verla aparecer de la nada, a medio campo de batalla, montada sobre un corcel negro. Su par de intervenciones mágicas ayudaron a ganar un poco de ventaja sobre los White Walkers, pero el verdadero propósito de su aparición tenía un sólo objetivo: Arya Stark (Maisie Williams).
La profecía del príncipe prometido
Resulta que existe una profecía, que en los libros se explica a mayor profundidad que en la serie, y que se conoce como la 'Profecía del príncipe prometido' y que habla de que aparecerá alguien que salvará a los vivos del Night King. Melissandre ha estado siempre en busca de este 'príncipe' y al principio de la serie pensó que era Stannis Baratheon, pero tras la muerte de éste, volteó la mirada a Jon (Kit Harington) y Daenerys (Emilia Clarke) en la séptima temporada: "Ya viene la 'Larga noche' -le dice Melissandre a Daenerys- sólo el príncipe prometido podrá traer el amanecer... creo que tu juegas un papel en esto, así como otro, el rey del Norte, Jon Snow."
Pero sorpresivamente fue Arya la que eliminó al líder de los caminantes y quizá no se le hubiera ocurrido cómo de no ser por Melissandre. Desde que la Mujer Roja aparece en Winterfell, Arya cree reconocerla. Pero es hasta que se encuentran, durante el clímax de la batalla y cuando Arya está a punto de darse por vencida, que Melissandre le recuerda que tiempo atrás (en la tercera temporada para ser exactos) ambas se cruzaron en el camino cuando Arya se encontraba con Beric Dondarrion (Richard Dormer) y su Hermandad. Melissandre le compra a Gendry (Joe Dempsie) a Beric porque supone que su sangre es clave para ayudar a Stannis. Arya la insulta y como respuesta obtiene un extraño comentario:
Veo muerte en tu futuro. Hay oscuridad dentro de tí, y en ella hay ojos que me observan: ojos cafés, verdes, azules. Ojos que tu cerrarás para siempre. volveremos a encontrarnos.
Como verán, en el mismo episodio vemos también el encuentro entre Beric y Melissandre, y entendemos mejor por qué Beric dio la vida por Sansa. Ayer en The Long Night, Melissandre le recuerda la anécdota a Arya haciéndo énfasis en lo de los 'ojos azules', y depués -extrañamente- hace referencia a algo que Arya aprendió a golpes con Los hombres sin rostro. "¿Qué le decimos al Dios de la muerte?" -le pregunta Melissandre, y Arya responde como en los viejos tiempos: "Hoy no".
Pero las cosas no son tan fáciles y menos en 'Game of Thrones'; sobre todo cuando empiezan a surgir tantas candidatas tan fuertes para ocupar el Trono de hierro. Daenerys ya no es la mujer alpha ni la única 'elegida' y se nota que empieza a disgustarle la idea. Tampoco sabemos qué significaría para Arya, en términos tangibles, el que ella sea la protagonista de la profecía, pero lo que tampoco debemos perder de vista es que Melissandre advirtió en la temporada pasada que las profecías son peligrosas, ya que nunca son claras ni significan lo que uno cree. Así que ya veremos cuál es el destino de Arya, pero esta semana por lo pronto, disfrutemos que es la máxima heroína de la Batalla de Winterfell.