Para crecer, hay que sufrir, y esto se hace muy evidente para Thor en esta película, ya que además de enterarse de que tiene una hermana y es malvada, Hela (Cate Blanchett) le destruye su amado Mjolnir, dejándolo indefenso, desconfiado de su poder y además sin un ojo. Es aquí donde se reencuentra con Hulk y comienzan a llevar una mejor relación, dejando a un lado las diferencias del pasado. Esta vez Loki sí se muestra mucho más como un antihéroe y lo ayuda en la misión principal, así que eso le inyecta ánimo.
A la postre se da cuenta de que sin su martillo también puede ser poderoso, por lo que gana mucha confianza en sí mismo, además de que hizo nuevos amigos mientras se encontraba en Sakaar. Justo es él y compañía quienes se dan cuenta del poder maligno que se avecina, ya que el final de la cinta representa el comienzo del conflicto contra Thanos quien ataca la nave donde viajaban los asgardianos. Así que digamos que aprende el valor de la amistad, la unión y el poder personal.