Seguramente cuando estás en las redes sociales – en especial Twitter – has notado que prácticamente diario hay alguna tendencia relacionada con “Aristemo” y seguramente te has preguntado a qué se refiere. Se trata de un fenómeno social desprendido de una telenovela de Televisa que se transmite diariamente y que desde hace varios meses ha cautivado a millones de espectadores, quienes la han convertido en un tema viral.
La producción se llama Mi marido tiene más familia y en ella hay dos personajes en particular que han desatado la euforia: Aristóteles (Emilio Osorio Marcos) y Cuauhtémoc (Joaquín Bondoni), que al combinar “Aris” con “Temo”, dan como resultado el famoso término “Aristemo”. Lo particular entre estos dos chavos es que mantienen una relación homosexual, y a pesar de no ser los principales personajes, han acaparado los reflectores.
Y es que contrario a lo que se pudiera pensar, la televisión abierta sigue convocando a una buena cantidad de espectadores, ejemplo de ello es esta telenovela que tiene millones de personas diariamente frente al televisor en horario estelar, según cifras de la consultora Nielsen Ibope, y parte de ese público es joven, ya que ellos son quienes han tomado las redes sociales para hacer la tendencia.
De acuerdo con números comprobados por un club de fanáticos, “Aristemo” se ha mantenido por 21 semanas entre las tendencias principales del país e inclusive a nivel mundial, generando miles de interacciones. Pero, ¿por qué tanto alboroto? La razón es que las muestras de cariño entre personas homosexuales se habían mantenido censuradas en la televisión abierta hasta hace un par de años, sin embargo, es a partir de esta telenovela que se rompe el esquema con un retrato sutil del tema para tratar de erradicar los estereotipos.
Inclusive, esto ha llevado a la creación de una puesta en escena que recién se estrenó y a generar expectativas respecto al final de la telenovela el próximo domingo, en el que muchos esperan suceda el ansiado beso entre 'Aristemo'. Independientemente del resultado, lo cierto es que este es un buen ejemplo de que la televisión abierta sigue viva a pesar de tener dura competencia con la TV por cable y sobre todo con los servicios de streaming que tanto atraen al público joven.