Black Panther se convirtió en la segunda película de superhéroes con mayor número de nominaciones al Oscar, ya que con las siete que obtuvo se quedó a una de igualar a El caballero de la noche, pero logró que por primera vez una cinta de este subgénero fuera considerada para ganar la estatuilla a Mejor película, algo impensable debido a la naturaleza propia del largometraje.
Seguramente se están preguntando si la película de Marvel Studios merecía tal distinción, ya que no es la mejor en cuanto a superhéroes se refiere, inclusive tampoco es la más espectacular visualmente. Si bien no hay que demeritar su trabajo en las categorías de Banda sonora, Canción original, Diseño de vestuario, Diseño de producción, Edición de sonido y Mezcla de sonido, el hecho de competir por el máximo premio no es por méritos técnicos o dramáticos.
Es raro ver a un largometraje contendiendo por el galardón estelar sin haber sido nominada en las categorías de actuación, guion o dirección, lo que nos indica que en ninguna de estos rubros se destacó, pero entonces ¿por qué considerarla para una distinción tan grande, sino brilla como usualmente debería? La respuesta tiene dos partes, la primera tiene que ver con el mérito social y la segunda con la necesidad de la Academia por atraer más audiencia.
El mensaje implícito en la cinta de empoderamiento a los afroamericanos y las minorías en general hizo que resonara en Estados Unidos, colocando a la cinta como más taquillera en Estados Unidos el año pasado. Además, ser el primer superhéroe de color contemporáneo (ya que Blade llegó muchos años atrás) y que tenga a un país africano (aunque ficticio) en la élite tecnológica, movió a multitudes enteras, y la Academia quiso reconocer de algún modo esto.
Es por ello que se había decidido crear la categoría de Mejor película popular y sin duda estaba cantadísimo que Black Panther se llevara el reconocimiento, pero ya que la idea causó polémica, prefirieron echarse para atrás y posponerla para otro momento. Con lo anterior la Academia quería despertar el interés del público joven por la premiación y por ende a tener mayor número de rating, y como no quiso quitar el dedo del renglón, prefirió involucrar a los superhéroes a como diera lugar y la mejor forma de hacerlo fue mediante Black Panther.
En resumidas cuentas, la película de Ryan Coogler sí merecía seis nominaciones, pero el contender por Mejor película no es consecuencia del mérito propio, sino de diversos factores con intereses. Me encanta el cine de superhéroes, pero hasta para mí es una exageración que esté compitiendo por el galardón más importante de los Oscar.