Ya lo vimos en Casablanca cuando Humphrey Bogart e Ingrid Bergman planean escapar juntos, pero, al final, el caballero decide hacerle caso a su ética y deja que el amor de su vida, y otro hombre en su lugar, escapen para salvar sus vidas. También lo vimos en Contra la pared, desgarradora cinta del alemán, Fatih Akin, cuando Cahit espera a Sibel en la estación de autobuses con el fin de recomenzar una vida juntos pero, cuando el reloj marca las 12, ella no aparece.
Lo que quiero decir es que el factor huida ha estado presente tanto en chick flicks como en grandes cintas del cine independiente y, como en las grandes historias de amor, Guerra Fría presenta también este acto en su narración. No se preocupen, no revelaré si el destino les hace una mala jugada a Wiktor y a Zula al momento de intentar huir juntos…¡pero deben verla!