Claro que vamos a recomendar Guerra Fría por el simple hecho de haber sido escrita y dirigida por Pawel Pawlikowski. El cineasta polaco ha sido acreedor varios de los reconocimientos más importantes en la meca del cine, entre ellos un premio de la Academia, tres BAFTA, el premio a Mejor director en el Festival de Cannes y más.
Aunque había dirigido tres excelentes películas previamente, Ida (2016) fue la que le valió el reconocimiento de la crítica internacional pero, sobre todo, las palmas de Hollywood. Fue entonces que el polaco tuvo acceso a una audiencia mucho más amplia que comenzaba a apreciar su cine. Ida retrata a una joven que está a punto de tomar sus votos como monja cuando se entera que sus padres fueron judíos asesinados durante la ocupación Nazi en Polonia. La revelación juega un papel central en la película de una mujer que de pronto comprende no tener identidad, tal como los amantes de Guerra Fría, que viven intentando salvar su amor de las consecuencias indirectas de conflictos políticos, ideologías y nacionalidades.
Pawel es honesto con lo que muestra en la cámara, en Guerra Fría se mueve libremente a través del espacio en el que se encuentran los protagonistas, de vez en vez nos conmueve con un close-up a las miradas que se dedican estos amantes y otras cuantas utiliza los paisajes más solitarios y alejados del mundo para unir a Zula y a Wiktor ante nuestros ojos.