La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos volvió a generar polémica con otra de sus decisiones: entregará cuatro premios Oscar durante las pausas comerciales de la ceremonia a realizarse el próximo domingo 24 de febrero. Esto, con la finalidad de acortar sus tiempos de transmisión a tres horas, esperando levantar el bajo rating televisivo de los últimos años. Los elegidos para ser condecorados fuera del aire serán: edición, cinematografía, cortometraje y maquillaje, una decisión que no tardó en causar inconfomidad entre miembros de la industria, incluyendo a uno de los máximos nominados de la gala 2019, como es el director de Roma:
A lo largo de la historia del cine han existido obras maestras sin sonido, sin color, sin historia, sin actores y sin música. Ni una sola película ha existido sin fotografía ni montaje.
Pero diez horas antes, el ganador del Oscar a Mejor película y director en 2018, Guillermo del Toro, ya había expresado su rechazo ante la idea de quitar reflectores a ciertas categorías:
Si me permiten: No me atrevería a sugerir qué categorías deberían eliminarse de la retransmisión de los Oscar, pero fotografía y montaje están en el corazón mismo de nuestro oficio. No son herencia de la tradición teatral o literaria: son el cine en estado puro.
El director de La Forma del agua borró su primer tuit y citó una aclaración de la Academia:
Nadie está siendo eliminado del teatro o de la emisión en vivo de ABC. Este año, en una rotación voluntaria que cambiará cada año, cuatro premios se darán en vivo en una progresión ininterrumpida -como siempre.
"Serán ligeramente editados fuera de línea en el remolque (como el paseo desde el asiento hasta el escenario) -como se ha hecho durante años con la emisión de los Tony- y luego colocados en vivo en el programa en curso. Debe ser perfecta y la mayoría de los espectadores no se dará cuenta". Citó el director.
La tercera parte del mensaje nos recordaba que cada año, los premios "editados" cambiarán de categoría y serán transmitidos durante la ceremonia. Horas más tarde, del Toro volvió a postear: "por favor: la cinematografía y la edición están en el corazón de nuestro arte. No se heredan de una tradición teatral o literaria: son el propio cine".
Por su parte, la directora Reed Morano (Handmaid's Tale) cuestiona si lo prioritario para los organizadores de los Oscars es reconocer el trabajo de sus nominados o cuidar los niveles de audiencia, mientras que otros apuntan a "la ironía" de que John Bailey, actual presidente de la Academia, sea director de fotografía de clásicos como Mishima y American Gigolo, por lo que debería estar consciente de la importancia de dar su lugar a dicho premio. Otros más, piden que los números musicales sean los que salgan del aire junto al discurso oficial del propio Bailey.
Kees van Oostrum, el presidente de la Sociedad Americana de Cinematógrafos (ASC), condenó la decisión en una carta dirigida a los miembros de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas; mientras que el actor de El Gladiador calificó de "estúpida" la medida:
Recordemos que últimamente todas las decisiones de la Academia generan polémica: su idea de instaurar el premio a Mejor película popular fue criticado y descartado ante las presiones, el Sindicato de Actores acusó a la Academia de 'intimidar' a los actores que quisieran participar en otra gala de premiación y la ceremonia se quedó sin anfitrión debido a que Kevin Hart, no quiso disculparse por sus tuits inmaduros del pasado, tal y como querían los organizadores de los Oscars. Todas estas medidas se antojan tan desesperadas, que incluso surgió el rumor de que Disney estaba detrás de todo, dado que ninguna de sus producciones era parte de las categorías que saldrían supuestamente del aire, lo cual suena bastante absurdo ¿Logrará la Academia levantar sus ratings con tanta controversia?