Quizá uno de los pocos momentos en que se sintió que la trama de Game of Thrones fue guiada a una situación forzada, fue cuando Jon Snow (Kit Harington) y su banda deciden que la mejor forma de convencer a Cersei (Lena Headey) de la existencia de los White Walkers, era capturando a uno para llevárselo como muestra... la misión sonó francamente estúpida y el resultado fue el que todos esperábamos: nuestros héroes terminaron rodeados por los zombies de hielo y la Madre de dragones, y sus hijitos, tuvieron que acudir al rescate.
Pero como de costumbre, vino el giro magistral y cuando todos pensábamos en que por fin veríamos un episodio con final feliz, el Night King atina a clavarle una lanza a Viserion, quien muere para después convertirse en el Dragón de hielo. ¿Podría ser que recuerde a su madre cuando vuelva a verla? ¿Tendrá que sacrificarlo? ¿Será Viserion la clave para resolver la 'canción de hielo y fuego'?