Algo debió de haber pasado dentro de la mente del cineasta Dario Argento, ya que originalmente Suspiria estaba pensada para tener protagonistas de entre ocho y 12 años de edad, pero dado que las escenas subidas de tono incluían asesinatos y terror, su padre y productor de la película, Salvatore Argento, le hizo reconsiderar este punto, que sumado con el costo extra que implicaría poner a trabajar a menores de edad, tuvo que ceder.
Sin embargo, Argento no quiso reescibir los diálogos del guion para que parecieran más acordes a la edad de las actrices, y por esto razón algunas líneas parecen incongruentes con las actrices. No quiero ni imaginarme el horror que hubiera causado el que niñas protagonizaran, y el posible escándalo que hubiera provocado.