Hace 42 años, Dario Argento y su exesposa, Daria Nicolodi comenzaron a escribir la historia de Suspiria, basados en varias cosas. La primera era un sueño que había tenido ella en el que estaba en una habitación con una bruja invisible y una pantera que explotaba. La segunda, fue cortesía de su abuela, ya que ella aseguraba haber ido a una academia de música en la que se practicaba brujería. Esto sirvió como inspiración para crear la tétrica escuela de la trama.
Hubo una tercera referencia que para Argento y Nicolidi fue fundamental; se trata de Blancanieves y los siete enanos. Según sus declaraciones, la paleta de colores utilizada para la animación fue lo que en realidad los llevó a querer imitar el colorido estilo artístico, pero obviamente en acción real. La verdad esto suena bastante raro, pero al final lograron crear esa atmósfera tétrica.
Por último, el nombre en específico de la cinta provino de un libro en latín titulado Suspiria de profundis, escrito por Thomas de Quincey, en el que el autor plasmó varias historias de fantasía, mitología y sueños. Sirvió como base para comenzar a crear sus bizarras ideas para la cinta. E inclusive incluyó a Las tres madres, unas brujas muy poderosas que se escondían en lugares específicos del mundo.