Entrevistar a Joaquín Cosío siempre es un gusto ya que su amable carácter tiene poco que ver con los rudos personajes que le han hecho famoso en pantalla grande. Para bien y para mal, al verlo, instantáneamente recordamos su interpretación de un carismático narcotraficante llamado "Cochiloco" en la pelicula El infierno, la del luchador "Mascarita" en Matando Cabos o su reciente papel de traficante en Narcos: México... Sin embargo, en la última década, su carrera ha seguido avanzando hacia otro tipo de proyectos e incluso géneros, y el más reciente de ellos fue protagonizar una película mexicana sobre posesiones demoniacas.
Con motivo del estreno de Belzebuth, platiqué con Joaquín Cosío, quien ahora interpreta a un policía encargado de investigar extraños casos de infanticidio en Tijuana:
"Es una película de terror hecha por mexicanos, producida y actuada en su mayoría ¿no? Porque están Tobin Bell y Tate Ellington que son actores norteamericanos muy buenos, pero sí estamos hablando de una manufactura totalmente nacional y de una película que se fundamenta en creencias católicas que tenemos en nuestra cultura"
Aunque ya ha trabajado en películas habladas en inglés como Quantum of Solace, su personaje de Emmanuel Ritter en Belzebuth, tuvo el reto de hablar el idioma anglosajón en la mayor parte de las escenas, algunas de las cuales requirieron gran imaginación, pues involucraban el trabajo de varios estudios de efectos visuales. Al preguntarle cómo se había sentido intercambiando diálogos con un supuesto cristo poseído, respondió:
Complicado porque es un efecto. En tanto hicimos la escena, no había nada además de una cruz vacía. Pero, el cine está lleno de estos momentos donde tu interlocutor desaparece y estás hablando a la cámara o le estás hablando a una pared...
También, señaló uno de los escenarios más estremecedores de la cinta, que curiosamente resulta ser parte de nuestra cruda realidad:
"A reserva de que tal vez ya haya habido bastantes escenas con túneles, este es un narco-túnel y esto es totalmente nuevo. Es decir, un lugar de horror. Me parece acertadísimo en la invención de la historia..."
Lo curioso de la charla sugió casi al final, al descubrir que Joaquín Cosío se declara 'bastante miedoso para lo sobrenatural' y no es fanático del horror...
No veo cine de terror, no lo veo por cuestiones de salud mental.
A pesar de todo, sí volvería a hacer otra película de sustos. Belzebuth, fue definida por su director como una mezcla entre La profecía y Se7en.