Belzebuth es una película profana ya que en el mismo escenario, como puede ser una casa abandonada o un narco-túnel, se observan figuras cristianas, símbolos satánicos y hasta cocaína. Cuando se preguntó a los actores sobre si habían tenido experiencias sobrenaturales o simplemente miedo durante la filmación, ellos contestaron:
Joaquín Cosío: "Sobrenatural nada, más bien bastante terrenal la chinga de estar dos semanas (de rodaje) amarrado con cadenas y gritando..."
Yunuen Pardo: "Como católoca que fui criada, sentí un poquito de reserva...obviamente ya estando en la película se te olvida y te metes en lo que tienes que hacer [...] Yo traía mi listón rojo con mi San Benito ahí colgado"