Emilio Portes tiene una relación de amistad con Joaquín Cosío desde hace 20 años, cuando el entonces estudiante de cine, buscó al actor para que fuera parte de uno de sus cortometrajes. En ese tiempo, Cosío se encontraba haciendo una obra de teatro, y ni siquiera contemplaba dedicarse a la pantalla grande o convertirse en el famoso "Cochiloco" de El Infierno.
Luego, Portes y Cosío trabajaron juntos en la producción de la película Pastorela (2011), donde Joaquín interpretaba a un hombre que siempre obtenía el papel del Diablo en la representación decembrina sobre el nacimiento del niño Dios.
Belzebuth sería la tercera colaboración de ambos en cine.