El productor y a veces director de la serie Stranger Things, Shawn Levy, dirigió en 2002 la película Gordo mentiroso, donde Frankie Muniz (nuestro querido Malcom) y Amanda Bynes, hacen una de las mejores bromas posibles, como fue llenar una piscina de colorante indeleble azul para que un despreciable cineasta (Paul Giamatti) recibiera su merecido por plagiar la historia escrita por el personaje de Frankie.
Cuando entran a casa del gran mentiroso, también ponen pegamento en sus audífonos...