Todo el mundo quedó sorprendido con la película de 2016 de Paolo Genovese: Perfetti Sconoscuiti, y es que el guion de Guiseppe Battiston, Anna Foglietta, Marco Giallini y Alba Rohrwacher plantea una premisa sumamente actual y una situación que a todos nos ha pasado por la cabeza alguna vez: ¿qué pasaría si los demás supieran los secretos que guarda tu celular?
Y es que todos sabemos que este aparato, que hoy se ha convertido en una extensión de nuestra persona, esconde lo más íntimo de nuestra vida, los deseos más recónditos y las aventuras más prohíbidas. Muchos son los memes y chistes que hablan de que cualquiera de nosotros estaría dispuesto a muchas cosas antes de revelarle a alguien (y en particular a la pareja) la clave para desbloquear el celular. Qué miedo, ¿no?
Pues de aquí parte la trama: un grupo de siete amigos de toda la vida se reúnen a cenar. Hay tres matrimonios, dos tienen muchos años de casados y la otra pareja está en la segunda vuelta y tiene un año de haberse casado. Todos esperan a que llegue el inadaptado del grupo: el amigo gordito y poco atractivo que no ha hecho mucho con su vida y quien finalmente va a presentarles a su nueva novia. En la obvia tensión que se respira entre las parejas que llevan muchos años de casados, la anfitriona de la cena propone un juego: que todos dejen sus celulares al centro de la mesa y que durante la noche, se hagan públicos todos los mensajes y llamadas que cada uno de los presentes reciban.
Por supuesto que la noche se saldrá de control con una serie de situaciones muy divertidas y llenas de humor negro que al final nos dejan con la idea de lo poco que en realidad conocemos inlcuso a quienes consideramos los más cercanos. El guion es una joya y la cinta de Genovese tiene un excelente equilibrio entre lo ácido y lo dramático, que remata con un giro muy atinado al final. No sabemoas bien a bien por qué -quizá aprovechando que Perfetti Sconoscuiti no tuvo gran exposición a nivel internacional y que sus actores no son muy conocicdos- varios países han decidido tropicalizar la historia y hacer su propia versión...