Prácticamente en cada festival o ceremonia de premiación en la que contiende Pájaros de verano es casi seguro que se lleve algo, y es que la nueva cinta colombiana dirigida por Ciro Guerra y Cristina Gallego cuenta una historia interesante: cómo nació el negocio del narcotráfico en una cultura cerrada como la wayú y las consecuencias que esto trajo para los involucrados. No por nada la cinta abrió la Quincena de realizadores de la pasada edición de Cannes, convirtiéndose en la primera producción latina en hacerlo y fue de las más laureadas en la reciente edición de los Premios Fénix.
Entrevistamos en exclusiva a la directora y productora, Cristina Gallego – quien debutó en la dirección con esta película – y nos contó que la idea nació de “darnos cuenta de que no sabíamos nada de esta historia guardada, pero que estaba viva en la memoria de mucha gente. El primer momento en el que Colombia entra en el mundo del narcotráfico, cómo se transformó el país, la cultura, la familia y de un inicio inocente.”
Pero además también era un reto personal y nacional en cuanto a cinematografía, ya que hemos visto muchas producciones sobre el narcotráfico rodadas en Colombia, pero rara vez había salido una película contada desde el punto de vista de realizadores oriundos del país cafetalero, el secreto detrás de esta producción:
Desde hace mucho tiempo en Colombia se hacen películas de narcotráfico, pero nos dimos cuenta que las películas eran hechas desde fuera, particularmente de Estados Unidos y no hablaban de lo que ha significado para nosotros esta gran tragedia.
Pájaros de verano comenzó su proceso de escritura desde 2014 y tres años más tarde comenzaron a rodarla, sin embargo, hubo un proceso amplio de investigación en el que se documentaron con la ayuda de un especialista en la historia wayú y de la época, pero parte importante de esto fueron las historias que escucharon de integrantes de la antigua cultura, grupo al que no es fácil entrar:
Siempre que íbamos allá y preguntábamos sobre la época nos contaban sin ningún cierre sobre la historia, pero es una cultura muy cerrada, en la que no hay mucha vinculación con el mundo, pero son personas con las que pueden negociar. Son cerrados, pero han entablado conversaciones con muchas culturas.
Por último y relacionado con las nominaciones que regularmente tienen sus producciones, Cristina Gallego nos comentó que lo más importante para ella es: “Intentar ser muy crítica con mi trabajo ya sea dirección o producción, pero siempre he intentado que la critica más grande venga desde adentro.” Y es que Pájaros de verano suena como una de las candidatas a ser nominada al Óscar como Mejor película extranjera, así que corran a verla en su cine preferido, ya está en cartelera.