Potosina de hueso colorado, Alejandra comenzó a figurar como cineasta con su corto: 5 recuerdos que se presentó en el Festival Internacional de Cine de Morelia. Le siguió el documental Mal de tierra en el 2011 y en el 2015 esciribió y dirigió Semana Santa, que ganó el Premio especial del jurado en el festival de Friburgo. Su propuesta del 2018, Las niñas bien, basada en el libro homónimo de Guadalupe Loaeza que retrata, se burla y pone bajo la lupa a la clase social más alta del país, llamó mucho la atención en el Festival de Toronto, en donde fue nominada al Platform Prize.
Entre ellos hay dos mexicanos a quienes ya se les considera los nuevos talentos de nuestro país.