Las producciones de Disney han influido en la infancia de muchos de nosotros gracias a sus animaciones que se han vuelto clásicas y la forma de innovar la industria cinematográfica y del entretenimiento. No por nada Mickey Mouse es uno de los personajes más conocidos de la historia (aunque todavía no se anima a casarse con Minnie). Sin embargo, en años recientes la empresa ha demostrado que tal vez sus ideas originales se han acabado.
Hace algunas semanas llegó a cartelera El cascanueces y los cuatro reinos, una versión libre del clásico cuento navideño y que a mucha gente no le causó expectativa. Todo indica que será un fracaso para Disney este año, pero es solo uno más entre varios recientes. Más temprano en el año lanzaron Un viaje en el tiempo, otra historia que dejó un mal sabor de boca y que apenas si logró 132 millones de dólares. Incluso en algunos países decidieron estrenarla director en plataformas de streaming.
Estos dos títulos apenas son la punta del iceberg, ya que en años anteriores películas como John Carter, El buen amigo gigante, Mi amigo el dragón, entre otras, han sufrido el mismo destino, demostrando que la tendencia que llegó a ejercer el siglo pasado está en decadencia y los remakes live-action de sus grandes éxitos han sido su principal motor – obviamente dejando fuera franquicias compradas como Marvel y Star Wars – teniendo un común denominador: la nostalgia.
La bella y la bestia recaudó más de 1,200 millones de dólares el año pasado y actualmente es la catorceava película más taquillera de todos los tiempos. El libro de la selva también tuvo un paso exitoso que incluso llevó a la confirmación de una secuela y posiblemente Dumbo tenga un futuro parecido, ya que es un personaje entrañable y familiar (algo que a Disney le encanta). Por ello la empresa del ratón tiene un montón de remakes live-action en camino, prefiere ir por el camino seguro en el que la simple curiosidad por revivir historias clásicas lleva al público al cine; una auténtica sequia de ideas.
Esperemos que la magia y originalidad que Walt Disney impregnó en todos sus conceptos no haya desaparecido por completo, y su compañía no se estanque en la compra de otras empresas y la producción de puros remakes, ese no es su concepto original que lo ha llevado al éxito. Es cierto que la nostalgia está de moda, pero con este tipo de cintas Disney está lejos de hacer nuevos clásicos; por mucho que nos gusten las nuevas adaptaciones, no podrán suplir el lugar de la animación original.