Por supuesto que es muy poco lo que sabemos al respecto, pero Bryan Cogman, productor ejecutivo de Game of Thrones, le comentó a Entertainment Weekly: "Todo gira en torno a estos personajes disparatados que se reúnen para luchar contra un enemigo común, así que recapitulan sobre su pasado y definen la persona que son frente a la posibilidad de morir. Es una temporada final muy emocional y agridulce que creo que honra lo que George R.R. Martin pretendía lograr, que es darle la vuelta por completo a esta historia."
Por lo pronto, al final de la temporada siete nos quedamos en que Daenerys (Emilia Clarke) y Jon Snow (Kit Harrington) se dirgían a Winterfell muy acurrucaditos en la misma cama, mientras Tyrion (Peter Dinklage) se muere de celos. Así que lo más seguro es que al inicio de la octava los encontremos ya en el norte. Ahí se encontrarán con Sansa (Sophie Turner) que a ver de qué humor está ahora que ya logró deshacerse de Littlefinger. Sophie Turner ya comentó que Sansa anda brava desde entonces.
John Bradley, quien da vida a Samwell Tarly, comentó que todos los personajes se encontrarán en un ambiente ajeno en algún momento. Por supuesto, esperamos que Jon Snow (Kit Harrington) descubra la verdad sobre su origen y entonces se le caiga el teatrito de su romance con Daenerys.
Por último, a Arya (Maisie Williams) aún le quedan seis nombres para tachar de su lista. Entre ellos está Melisandre (Carice Van Houten), quien en la temporada siete le dijo a Varys (Conleth Hill) que regresaría a a Westeros para morir ahí. Otro que regresa del olvido es Ghost, el lobo mascota de Jon y también esperamos ver más de Bran Stark, quien estamos seguros, guarda muchas de las respuestas que estamos esperando.