El final es lo más incongruente de la cinta, y no por cómo capturaron a Percival Graves o mejor dicho Gellert Grindelwald (Johnny Depp), sino por cómo hicieron que los no-magos se olvidaran de lo que acababan de presenciar. Newt deja libre a su enorme ave Frank para que con ayuda le lluvia esparza por la ciudad una fórmula creada a partir del veneno diluido del Swooping Evil.
Primero que nada, la poción solo borra malos recuerdos. Qué tal si algún muggle disfrutó del espectáculo y solo tiene buenas memorias del momento, lo que dejaría una brecha. Otra cosa es que nadie dijo que esto no tenía efecto en los magos y hechiceros. Vemos que algunos miembros del ministerio reconstruyen la ciudad mientras llueve y por ende están expuestos al agua. Ellos sí pudieron haber tenido malos recuerdos ya que se acaban de encontrar con alguien tan temido como Grindelwald, lo que haría que inmediatamente se olvidaran de él.
Ahora, también hay que tomar en cuenta que en la escena nos muestran a algunas personas en la comodidad de sus hogares y que a juzgar por sus gestos fueron desmemorizados sin estar expuestos a la lluvia (ni que fuera ácido para traspasar los techos). Y por último el efecto del antídoto esto crearía una ciudad feliz, ya que todos olvidarían sus recuerdos malos y quizá sus problemas, creando un desequilibrio social.