Tal vez la idea de filmar cierta escena se veía muy bien en el guion e incluso en el storyboard, pero una vez terminado el trajín del rodaje, las cosas se apreciaron diferente en la sala de edición; ahí, tocó el delicado momento de ser autocríticos y depurar todo aquello que no ayudara a la narración e intención de una película popular (cuyo sentido habría cambiado de no ser por eliminar escenas), sobre todo, si el material grabado contiene alguna secuencia innecesariamente violenta, dolosa o muy repulsiva para el público al que va destinada la cinta.
Deadpool, por ejemplo, es una de las películas comerciales recientes con más escenas suprimidas debido a que el irrevenrente y escatológico personaje protagónico interpretado por Ryan Reynolds "se pasó de la raya", pero hay otros casos de ficciones para las masas que sabiamente optaron por quitar algunas partes controversiales ¿Las conocías?