Otro extraño intento de Stan Lee por insertarse en la cultura pop dosmilera fue el cómic llamado: The Backstreet Project, donde los Backstreet Boys -efectivamente, la misma banda famosísima en los 90- se convierten en superhéroes gracias a que una fanática extraterrestre les lleva cristales espaciales tras un concierto, con los que adquieren poderes sobrehumanos y salvan a La Tierra de una amenaza inesperada. Los personajes eran: Ninja Man (Nick Carter), Top Speed (Brian Littrell), Illusioneer (Howie Dorough), Ordnance (A.J.) y Power Lord (Kevin Richardson, cuyo traje era sospechosamente similar al de Iron Man).
La versión intrépida de los cantantes de Everybody, fue creada a partir de algunas charlas con el único güerito natural de la banda: Nick Carter.