Jesse confesó a su grupo de autoayuda haber matado a un perro, aunque en realidad se trataba de una persona; todo escala cuando termina diciendo al sorprendido grupo que se encontraba con ellos para venderles droga y que sólo los veía como clientes. Casi en forma de monólogo, Aaron Paul tiene uno de los momentos más dramáticos en solitario de Jesse Pinkman. Al actor le gustó esta escena porque fue liberadora para su personaje, que en verdad estaba sufriendo en la temporada cuatro... ¡Y lo que le faltaba!
Ahora que habrá película centrada en el joven ayudante del mítico Walter White, es tiempo de recapitular sus mejores épocas en la serie.