Cerca de dos horas en maquillaje es lo que debe pasar cada caminante de The Walking Dead para lograr un aspecto de descomposición perfecta y poder ir a grabar alguna escena. Esto, es agotador tanto para el actor como para el equipo de expertos en sangre, llagas y tripas. Lo peor, es que constantemente se necesitan grupos enteros de caminantes, así que el trabajo se multiplica por decenas.
Los más afortunados, son aquellos extras que aparecen en tomas muy abiertas, ya que podrán salir antes del departamento de maquillaje.