La guapa actriz, que pintaba para ser una de las grandes reinas de Hollywood, echó su futuro por la borda en una serie de fiestas descontroladas, escándalos y arrestos por manejar bajo los efectos del alcohol y las drogas. Ni Oprah Winfrey ha podido redimirla.
Lindsay Lohan se ha mantenido alejada de los escenarios, pasando mucho de su tiempo en Dubai, en donde dice que está planeando abrir Lohan Island, una especie de Disneylandia, y en Grecia, donde ha autorizado que su nombre sea utilizado por varios antros junto a la playa. Su último escándalo sucedió el viernes pasado cuando subió a Instagram Live un video en donde se le veía siguiendo a una familia de supuestos refugiados sirios, pero en algún momento comenzó a acusarlos de haberse robado a los niños y estar traficando con ellos.
Como se puede ver a continuación, la actriz los sigue y les habla en un idioma que podría ser (o no) árabe. La voz de Lohan se escucha pastosa y su conducta es claramente errática. Eventualmente, la madre de los niños la golpea cuando Lindsay trata de tomar a uno de la mano, y la actriz rompe en llanto.
Lohan había asistido la semana pasada al show de Saint Laurent en la Fasion Week de Paris, dice que va a mostrar cómo se está expandiendo su firma de moda en un reality que se llamá Lohan Beach House y recientemente apareció en la serie británica Sick Note, protagonizada por Rupert Grint.