Si algo le podemos aplaudir a Christian Bale es que se atreve a tomar papeles que lo reten a sacar lo mejor de su repertorio. Ya sea como Batman en la trilogía de El caballero de la noche, haciendo de un loco desquiciado en Psicópata americano, o en el papel de un hombre astuto y barbudo en Escándalo americano. Ahora su interpretación da un paso más adelante – como no le habíamos visto – en Vice.
Con muchos kilos extra, Bale se pone en los zapatos del vicepresidente de Estados Unidos: Dick Cheney, quien estuvo en este cargo durante la administración de George W. Bush y fue pieza fundamental para las acciones posteriores al ataque del 11 de septiembre del 2001. Aunque en la versión joven del personaje Christian no luce tan diferente, verlo tan obeso en la madurez es algo de aplaudir.
En el primer avance de la cinta, vemos una comida casual de Cheney con Bush (Sam Rockwell) en la que éste último invita a Dick a ser su vicepresidente, pero el colmillo del antiguo secretario de defensa es tan amplio que impone sus condiciones, las cuales definen el rumbo de su país y lo cambian en cierta medida. La trama busca resaltar la importancia de Dick y el poder que llegó a tener incluso por encima del presidente Bush.
A Bale lo acompañan Sam Rockwell como George W. Bush y hay que decir que el parecido con el expresidente estadounidense es increíble. Amy Adams interpreta a la esposa de Cheney: Lynne; Steve Carell como el exsecretario de defensa: Donald Rumsfeld y Jesse Plemons con un personaje que aun no se ha revelado. Todo esto bajo la dirección del ganador del Oscar: Adam McKay quien también escribió la película.
Bale y McKay ya trabajaron juntos en La gran apuesta, cinta que se llevó un Premio de la Academia y cuatro nominaciones más incluyendo una para el actor y otro para el director. A juzgar por el tema, el trabajo de interpretación y la trama, posiblemente Vice sea contendiente para llevarse por lo menos un par de nominaciones en los próximos Oscar. Llegará a cartelera estadounidense el próximo 21 de diciembre.