Después de leer la novela de original de Anne Rice, Brad Pitt decidió aceptar el papel de Louis en la adaptación cinematográfica, ya que le pareció interesante el personaje, pero para su sorpresa, cuando recibió el guion un par de semanas antes de comenzar el rodaje, se dio cuenta de que las partes que más le gustaban habían desaparecido, aun así, se presentó al set. Avanzadas las grabaciones terminó por sentirse tan frustrado de su casi inútil participación y preguntó cuánto dinero le costaría renunciar a su papel, y la respuesta fue: 40 millones de dólares. Así que obviamente Pitt terminó su labor.
Algunas razones suenan más lógicas que otras, pero sus personajes y la producción completa estuvieron en riesgo.