Breaking bad es una de las series de televisión más aclamadas de todos los tiempos debido a la originalidad de su historia llena de giros dramáticos y a la evolución de sus personajes, quienes se iban volviendo cada vez más malos para deleite nuestro. Lo que pocas veces sale a flote tras los reconocimientos, son las cosas que los actores o miembros de la producción debieron hacer durante el rodaje por alcanzar la perfección que vemos en pantalla a lo largo de cinco maravillosas temporadas.
Como primer ejemplo de los oscuros secretos que guarda la serie, está el hecho de que Bryan Cranston y Aaron Paul, recibieron un curso de la DEA sobre cómo cocinar droga, con el objetivo de darle credibilidad a sus icónicos personajes.
Cada episodio costaba alrededor de 3 millones de dólares, así que entre más realistas fueran las cosas, mejores resultados tenían.