Burt Reynolds, uno de los más famosos actores de los 70 murió esta mañana a los 82 años de edad en el Jupiter Medical Center de Florida, según comentó su manager, Erik Kritzer, a The Hollywood Reporter. Reynolds siempre interpretó al hombre macho pelo en pecho, borracho, mujeriego y mal portado, y quizá por eso sea tan recordado por su papel como Bandit en Dos pícaros con suerte de 1977, en la que compartió créditos con Sally Field y Jackie Gleason.
Casi siempre estelarizó comedias y también compartió créditos con otras de las principales estrellas femeninas de la época: Candice Bergen en Starting Over (1979); Best Friends con Goldie Hawn; The Man who Loved Women con Julie Andrews (1983) y The Best Little Whorehouse in Texas con Dolly Parton (1982). Obviamente, fue de los actores amados por el público y despreciados por la crítica, pero a Reynolds eso siempre lo tuvo sin cuidado al principio de su carrera, cuando era el actor más taquillero. Por lo menos así lo recordó en sus memorias But Enough About Me, publicadas en 2015:
Nunca quise trabajar con otros escritores ni aceptar roles riesgosos porque nunca me interesó ponerme a prueba como actor. Lo que me interesaba era pasarla bien...
De hecho, Reynolds despidió a su agente después de verse en Boogie Nights: Juegos de placer (1997), su único papel serio y que había aceptado para revitalizar su carrera, que se había ido en picada después de repetir el mismo papel hasta el cansancio. Su interpretación como el director de cine porno, Jack Horner, en la película de Paul Thomas Anderson, le valió un Globo de Oro como Mejor actor de reparto y una nominación al Óscar en la misma categoría. También en sus memorias, confesó que no tomarse en serio como actor no fue su mejor decisión:
...como resultado. perdí muchas oportunidades para demostrar que podía interpretar papeles más complejos. Para cuando desperté y traté de enderezar el camino, nadie quiso darme otra oportunidad.
Sin embargo, Tarantino sí quiso dársela a principios de este año para que Reynolds participara en Once Upon a Time in Hollywood, como George Spahn, el dueño del rancho donde vivían Charles Manson y sus seguidores. "Mi tío estaba muy emocionado de trabajar con Tarantino y el espectacular elenco que se reunió para la película" -comentó su sobrina, Nancy Lee Hess, en un comunicado.