Corin Hardy es el director de La monja, y aunque él es la mente detrás de las tomas creadas para dar miedo, eso no le evitó vivir una experiencia paranormal en carne propia. Mientras rodaba una escena en un largo pasillo con dos supuestos hombres a su espalda, en realidad no había nadie detrás de él, a pesar de que incluso él los saludó cuando llegó (vía Cinemablend):
Les dije ‘hola’, pero no recibí respuesta. Me senté dando la espalda a estos dos tipos, y me puse a mirar los monitores para empezar con las tomas. Media hora después, había estado sentado en medio de esta oscuridad con esos dos tipos ahí y por fin conseguí la toma. Me levanté, me di la vuelta hacia los dos hombres y dije: ‘¿Vieron eso?’ y cuando lo hice no había nadie en la habitación... Nunca hubo nadie en absoluto.