Tres años más tarde, el superhéroe estadounidense regresó para encontrarse con su viejo amigo Bucky (Sebastian Stan), pero sorpresa que se llevó cuando descubrió sus intenciones y el nuevo brazo metálico que portaba. Ahora sí Chris Evans era más serio, templado y acondicionado a la época actual, mientras su personaje, ya entrado en confianza, comenzaba a hurgar en S.H.I.E.L.D. para descubrir la aun existencia de HYDRA.
Por su parte el traje del superhéroe lució un cambio notable, despojándose de las barras blancas y rojas del abdomen, pero manteniendo la estrella pletórica en el centro, esta vez con unas líneas plateadas a los lados y el regreso de las correas de cuero (con esas se acomoda mejor). Las alas del casco prácticamente desaparecieron para solo dejar una pequeña alusión sin color y nuevamente se sujetaba a la barbilla. Una versión más sport y neutral del atuendo clásico.