Dicen que todo actor en Hollywood sabe que actuar junto a Jack Nicholson es todo un reto, tanto porque le encanta improvisar como porque es un torbellino que le gusta mantener alerta a todos los que lo acompañan en una filmación. Según comentó Leonardo DiCaprio: "Te aterra como actor, porque sube la vara demasiado alto."
Con todo, DiCaprio parecía estar teniendo problemas para asustarse en el set de Los infiltrados, así que Scorsese le dio permiso a Nicholson de hacer lo que considerara necesario para sacarle a Leo una reacción más convincente. Así que el buen Jack se fue al departamento de props y regresó con un extinguidor, una botella de whisky, cerillos y una pistola. A mitad de la escena en que DiCaprio se enfrenta con Nicholson, este sacó la pistola y se la puso frente a la cara. Obviamente lo inesperado de la situación asustó de verdad a DiCaprio , quien después declaró que eso había cambiado por completo la dinámica de la escena.