Sabemos que a Jennifer Lawrence no le gusta tener sexo y por ello rodar una escena que implicaba este acto no fue fácil para ella. En Pasajeros hay un momento en que el personaje de Chris Pratt y el de la actriz aceptan que se gustan y deciden besarse apasionadamente para pasar a la cama momentos después, pero esto fue más incómodo que placentero para la intérprete.
Lawrence admitió haberse emborrachado momentos antes de rodar dicha toma debido a dos razones: era la primera vez que hacía este tipo de escenas y a quien tenía enfrente era un hombre casado y la sensación era muy extraña para ella:
Me emborraché mucho, pero eso me provocó más ansiedad porque pensé '¿Qué he hecho? No sé.' Y fue la primera vez que beso a un hombre casado, y la culpa es la peor sensación en tu estómago.