Terence Stamp tiene un cameo en el episodio I de Star Wars, en la que hace del Canciller Finis Valorum. Sin embargo, la única razón por la que accedió a hacerlo – pese a la mala paga ofrecida – fue que conocería a Natalie Portman, pero vaya sorpresa que se llevó cuando arribó a los sets y le preguntó a George Lucas sobre el paradero de la actriz, a lo que el director le respondió señalando un pedazo de papel en la pared diciendo que eso era Portman.
Stamp no tuvo de otra más que rodar su escena viendo la hoja y tiempo después declaró haberse arrepentido por aceptar participar, ya que él esperaba conocer a la bella actriz. Incluso describió su experiencia como algo aburrido y sin duda no le quedaron ganas de regresar a este Universo. Seguramente olvidó leer las letras chiquitas de su contrato.