La última vez que vimos a Marty (Jason Bateman) y Wendy Byrde (Laura Linney), estaban tomando una decisión que volvería a cambiar sus vidas: permanecer juntos como familia en Ozark y seguir con sus obligaciones con el cártel de drogas con el que se involucraron o intentar abandonar todo. Sin embargo, parece que en la segunda temporada optan por seguir trabajando para los narcos e intentar abrir un casino en tierras de los Snell.
Ahora con Del fuera del juego, la organización criminal envía a su implacable abogada Helen Pierce a agitar las cosas justo cuando los Byrde al fin comienzan a instalarse. Marty y Wendy se esfuerzan por hallar el equilibrio entre los intereses de su familia y los peligros cada vez mayores que los acechan por sus decisiones pasadas. Por ello deberán apostarlo todo para sobrevivir en esta temporada más oscura según contó Bateman:
La primera temporada fue sobre si la familia podía permanecer intacta y si el matrimonio de Marty y Wendy podría volver a unirse. Este año es más sobre la idea de que ahora se han establecido en un lugar, y si de verdad son adecuados para él.
Si bien hay un reto enorme para el matrimonio, sus hijos también se enfrentan a la cruda realidad de que sus padres ahora trabajan para unos narcotraficantes, por lo cual, los jovencitos entran en una profunda crisis: “Esto genera una dinámica nada típica entre padres e hijos. Nos pone un poco más al nivel de compañeros, y eso no es fantástico para los niños”, agregó el actor que está nominado a los Primetime Emmy Awards.
Los diez nuevos episodios de Ozark, ya están disponibles en Netflix y la fantástica Laura Linney mencionó que para ella la serie se transformará no sólo en una historia de narcos y lo que la gente normal puede hacer por ellos, sino en una donde el público puede tomar un ejemplo de lo que pasa cuando una familia está en crisis:
Lo que hace interesante la serie es que los cuatro miembros de la familia aprenderán algo de ellos mismos en las crisis. Los padres se volvieron unos criminales. No tenían una fuerte inclinación criminal en el principio, aunque probablemente esos deseos estuvieron al acecho desde siempre, simplemente ha surgido ahora.