Amazon Prime Video ha estrenado su serie Jack Ryan, en la que el homónimo analista de la CIA (John Krasinski) rastrea varias transferencias bancarias con grandes cantidades de dinero, llevándolo a seguirle el rastro a un terrorista peligroso cuya intensión es generar un ataque masivo a Estados Unidos.
La guerra interminable entre oriente y occidente, el miedo a cometer un error que no sólo cueste un empleo, sino la vida de muchas personas y por supuesto el resguardo de la vida propia. Estos ingredientes son los principales en esta serie, en la que la comodidad de un escritorio es reemplazada por el deber en el campo de batalla, mostrando la disparidad ideológica entre ambas culturas. Por un lado, la alta tecnología permite a los estadounidenses estar un paso por delante, pero por el otro los asiáticos son impredecibles y de sangre fría, huesos duros de roer.
Si bien Jack Ryan pasa mucho tiempo planeando una estrategia de ataque y respuesta, lo que hace un tanto tediosa la trama, el final de los episodios logra levantar la historia y dejarte con ganas de más. Batallas bélicas con explosiones y fuego cruzado sin cesar y por supuesto la típica persecución entre el gato y el ratón. Se agradece que no se enfoquen demasiado en los protocolos americanos para estos casos y le den prioridad a desarrollar un arco más amplio para los personajes de oriente medio, podemos conocerlos más a fondo y deducir sus motivaciones.
Tener a Krasinski en el papel del analista genio es ideal, tiene su lado de inocencia, pero también el temple para estar investigando en el lugar de los hechos. Quien diría que de pelear contra monstruos ciegos en Un lugar en silencio pasaría a formar parte de la guerra contra el terrorismo, un tema que por desgracia atemoriza a los habitantes del mundo. Vale la pena echarle un ojo a Jack Ryan y más aún si las temáticas bélicas son lo tuyo.