En definitiva la primera película es la menos mala, porque fue la que dio comienzo a toda esta locura. Nadie en el mundo estaba preparada para ella. Vamos, que ni siquiera los protagonistas de la misma tenían idea que terminando, tendrían una ola de tuits (cinco mil por minuto) hablando de ella. Ian Ziering la aceptó porque no tenía trabajo y necesitaba el seguro médico para su familia. Tara Reid, sólo quería volver a ser vista después de ser amada en American Pie.
Sharknado no se tomó nunca en serio a sí misma y eso es lo que la ha convertido en algo grande, porque lo mismo la disfrutan adolescentes, que treintañeros que vieron esas pelis de los 80 que aún recuerdan con nostalgia, además el humor absurdo y efectos especiales por demás básicos, fueron más que suficientes para hacerla de culto.