La idea de los productores era hacer la peor película en la historia y ¡lo lograron! Si la gente aún no se reponía de los primeros dos bodrios, con la tercera de plano no podían superarlo porque ¿a quién si no a los creadores de estas cintas se les podría ocurrir que los tiburones podían llegar al espacio y destruir todo?
La peli tuvo sus dosis de terror, humor negro, efectos visuales limitados que recordaban perfecto a cintas antiguas de poco presupuesto o serie B. En la historia, Fin arriesgó de nueva cuenta su vida para salvar a su familia de los diabólicos escualos que esta vez amenazaron las costas de Florida. En Sharknado 3: Oh Hell No! los maquiavélicos tiburones se organizaron para formar un megasharknado y acabar con todo. Fue tan absurda, que Fin fue condecorado por el presidente por su lucha contra... ¿tiburones?, ¿en serio?